Por Pola Henderson para Women United
El delantero de Caracas, Jansse Pérez (JP9), pasó 14 años con clubes profesionales en Venezuela y Suiza, especialmente BSC Young Boys y FC Grenchen. Desde jugador juvenil, fue convocado para jugar en La Vinotinto, el equipo nacional venezolano, siendo internacional y llegando hasta la selección de mayores.
Después de retirarse del fútbol profesional en 2013, comenzó su carrera como entrenador y finalmente obtuvo un Master en Dirección de Fútbol de la Escuela Universitaria Real Madrid– Universidad Europea.
Todavía vive en Madrid, donde entrena a equipos juveniles en A.D.C. Brunete en Getafe y está trabajando en una licencia de entrenamiento avanzado de la Real Federación de Fútbol de Madrid (UEFA A), y un Master en Psicología y Coaching para atletas de élite y alto rendimiento.
Women United habló con Jansse por correo electrónico acerca de su transición de jugador a entrenador: su tiempo en los clubes en ambos continentes, la importancia de la educación de los atletas y cómo prepararse mejor para la vida después de jugar.
¿En qué momento de tu carrera de jugador decidiste convertirte en entrenador?
Un momento exacto no tuve. Cuando eres jugador activo, intentas dar lo mejor de ti cada año y no quieres pensar en retirarte. Sin embargo, después que pasas los 30 años, vas intuyendo que tu carrera como jugador profesional está terminando.
Pero de algo si estaba seguro, era que quería e iba seguir ligado al fútbol, porque además de ser mi deporte, mi hobbie y mi profesión por muchos años, también me ha gustado ayudar a jóvenes que iban creciendo y haciéndose un lugar en el fútbol profesional. Descubrí que era buen líder y me gustaba dirigir, la cual es una de las formas más cercanas a estar dentro del campo de juego.
Ya teniendo claro que al retirarme quería ser entrenador de fútbol profesional, empecé a prepararme académicamente con miras a este objetivo y así estar capacitado incluso antes de mi retiro como jugador.
¿Cómo compararías tu experiencia jugando en Sudamérica y Europa?
Considero que en Sudamérica está el talento nato, el jugador diferente, el que desarrolla las habilidades individuales y la capacidad para desenvolverse en ambientes hostiles, muchas veces, en desigualdad de condiciones: el jugador de calle.
Ahora bien, cruzar el atlántico y dar el salto al fútbol europeo, genera contraste, una diferencia, sin dudas. No solamente como un hecho social y cultural, sino como característica deportiva. Partiendo desde la puntualidad de los vuelos nacionales, hasta la organización tremenda en cada detalle. La ubicación en la cancha, el orden y la sistematización del trabajo, la vanguardia de los grandes clubes, además de las características individuales de los jugadores.
La competencia en Europa, es más pareja, en cuanto a las condiciones extrínsecas al jugador y las facilidades o comodidades con las que se pueden contar.
Como por ejemplo la condición de las canchas (son mucho más rápidas y siempre mojadas), la menor cantidad de horas de viaje, ya que la mayoría de las veces las distancias son más cortas o se encuentran mejor comunicadas, lo que ayuda a descansar mejor de cara al partido, además de la disponibilidad y acceso que se pueda tener a diferentes recursos, equipos y medios para favorecer un mejor y alto rendimiento.
¿Cómo fue posible equilibrar el fútbol y la escuela?
Desde la edad escolar nuestros padres empiezan a inculcarte de que “tienes que estudiar para ser alguien en la vida”. Pero, yo pensaba lo contrario. Pensaba que jugando fútbol y siendo profesional, iba a ser feliz y lograr mis sueños y eso era ser alguien en la vida para mi.
Sin embargo, mis padres me hicieron crear conciencia de que, para jugar, había que estudiar primero. De esa manera yo entendí que iba a ser un jugador más inteligente y que debía estudiar, entonces ya no vi más los estudios como una carga, sino, como parte de ser un profesional en el futbol.
Fue posible porque mis horarios de clases eran desde las 7am hasta las 12 y luego iba al entrenamiento de futbol a las 16:00h ya en la universidad fue un poco mas dificil porque los horarios eran variados y tenia que estudiar en mis descansos, algo que era o es muy dificil para cualquier atleta.
¿Qué consejos puedes dar a jugadores jóvenes sobre la planificación de la carrera?
Que se propongan objetivos, metas, que no dejen de caminar hacia ella o pierdan el enfoque por más duro que parezca el recorrido, ir un paso a la vez con firmeza.
Que, si tienen pasión por lo que hacen, esten seguros y confiados en sí mismos, que aprovechen al máximo cada día, cada entrenamiento. Porque es un día más de felicidad, que luego no tendrán de la misma manera cuando se retiren. El fútbol es un deporte maravilloso lleno de valores que no sólo te prepara para el fútbol sino también para la vida.
Que vivan cada día con humildad para aprender de cada situación, buena o mala. Que no dejen de intentarlo, ni de mejorar cada vez. Por mucho que hayas disfrutado tu carrera, siempre vas a extrañar estar allí de nuevo y querer hacer cosas que no hiciste en su momento, así que no dejen de disfrutar y dar su 110%.
¿Y en cuanto a la vida después de jugar?
La vida después de jugar parte de lo satisfecho que te encuentres contigo mismo, sobre las cosas que pudiste lograr a lo largo de tu carrera. Luego de eso, dependerá de lo que cada quien proyecte, decida hacer y le guste.
En mi caso, antes de retirarme fui preparando el camino transitorio para una nueva etapa en mi vida, dentro del fútbol, pero en diferente posición.
Es difícil separarse de algo que has hecho casi toda tu vida y que forma parte de tu identidad, pero es una situación que sabias que algún día iba a llegar. Es por ello que debemos planificarnos antes de que eso pase, quieras seguir dentro del deporte o no, y así sea más llevadero el cambio.
Cuéntanos tu experiencia en la Universidad Europea de Madrid (UEM).
El master de la UEM y el Real Madrid ha sido la mejor experiencia académica que he tenido en mi vida. Es el master número 1 en el mundo, en su especialidad.
El éxito no es una casualidad, yo parto de la idea de que debemos prepararnos para ser excelentes y estar listos para cuando la oportunidad se presente. Pero para estar a la vanguardia y mantener el éxito debemos estar en constante aprendizaje y a la par con la evolución de las cosas, en este caso todo lo que rodea al fútbol.
El aprendizaje y la variedad de información detrás del rectángulo de juego te van haciendo conocedor de como dirigir un equipo – desde lo más simple a lo más complejo – de cómo captan a un niño y como se puede llegar a convertirlo en profesional, y también de como sacar el mejor provecho a cada detalle.
¿Qué viene después?
Lo que viene en los próximos años es seguir con mi preparación, tanto teórica como práctica, uniendo esto a experiencias reales que me den la base y el desarrollo idóneo para volver al fútbol profesional, pero ya desde otra perspectiva de la cancha.
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